¡Celebremos el Día del Libro: creando poesía!

El universo de Dios
                         (Cristóbal Araya)

Dios creador del mundo,
siempre tan ocupado,
tienes piedad con todos,
hasta con los que roban.

Yo daría la vida por ti...
¡Cuánto me gustaría conocerte!
Pero tendré que esperar mucho.

Tú eres el sabio,
el responsable de la creación.
Tú supiste elegir
entre el bien y el mal.

¡Aleluya por ti!


La primavera
                               (A.Kiger, 5 año A)

Crecen las flores,
crecen las hojas,
llega el calor
y más alegres los días.

Huelo las flores,
me encantan salir:
pongo una manta en el pasto
y soy feliz.

Cantan los pájaros
cantan las aves,
los árboles los apoyan
al ritmo de mis canciones.

Soy feliz
qué más puedo pedir,
me gusta ser así.

¡Celebremos el Día del libro: creando poesía!

El invierno
             (C.Muñoz, 5 año A)

El invierno me gusta
porque no me hace sentirme sola.

Me hace sentirme acompañada
junto al fuego,
porque estoy abrigada
junto a mi cama.

Es como si el amor de mi vida
estuviera a mi lado...
abrazándome.

¡Celebremos el Día del libro: creando poesía!

La Vida 
                             (V.Borgoño, 5añoA)
El verano es una estación
que hace mucho calor,
los niños salen de clases,
hay risas y carcajadas.

No hay tareas,
no hay pruebas.
Las familias se juntan,
los niños juegan...
¡y somos felices!

A propósito de una noticia...

En este mes de octubre de 2015 que concluye en estos días, un hecho noticioso nos llamó la atención, en Suecia un joven de 20 años, vestido de negro ingreso a un colegio y asesinó a un profesor y un estudiante con un sable antes de ser abatido por los policías y guardias. Con el sexto año B creamos textos con intención literaria, breves cuentos y aquí compartimos dos de ellos. Cuéntanos qué te parecieron.

¿Podría ser?

Un día navegando por redes sociales encontré gente alarmando acerca un joven que al parecer haría una amenaza mortal, yo siendo policía estaba muy desorientado acerca una hazaña de aquel tamaño, era un joven de Suecia (donde actualmente vivo). Investigando un poco acerca de ello y teniendo datos, me aventuré con mi departamento de policías hacia aquella escuela tan nombrada, esperando que no fuera otra de las usuales bromas.

Al llegar sentí un presentimiento extraño como que al separarme de mis colegas estuviera tomando la peor decisión de mi vida, pero bueno, no tengo otra opción, hasta que escuché una avalancha de disparos sin cesar, sentí una llamada ¡era uno de mis compañeros por walkie talkie! Diciéndome que era la última esperanza. Al llegar al lugar de los hechos, pero esperen, ¿podría ser? El conocido hombre estaba con la máscara de Darth Veider, la conocida película de fantasías y mundos maravillosos pero aquí nada era así, asesinó con un sable a todos mis colegas, al igual que un profesor y estudiante, hipnotizado por aquellos cuerpos sin vida se me acerca y tomo guardia, hasta que recurrimos a una eterna batalla en donde lo acabé con mi SIG Sauer, siendo el héroe de la historia pero un villano para siempre.

Sonia Polett Fritz Espinoza

6ºB     

Máscara

Volvía de Japón, cuando en el avión encontré el sable que me dieron en el campeonato de artes marciales y lo enfundé. Llegué a Suecia, en el aeropuerto de Estocolmo. Tomé un taxi, y al entrar, vi el uniforme de mi ex-escuela. De pronto, algo oscuro entró en mí, quería desahogarme en algo o alguien. Y lo único que se me ocurrió, fue vengarme. Me puse una capucha negra y una máscara, así pude esconder mi ira en un lugar en el que nadie pueda verlo, y tomé mi celular, me fotografié, y luego, desenfundé el arma y procedí a hacer lo que nunca me imaginé: Desatar mi ira matando.

Fui a mi ex-escuela, y busqué al Sr. James, ese viejo que me hizo repetir mi último año, y busqué también a Johann, el matón dos años menor que yo que me dejaba en ridículo, entonces, saqué mi sable y los asesiné a sangre fría…Escuché las sirenas de la policía y todos corrieron aterrados. El oficial gritó: “¡Baje el arma!”. En ese momento, abrí los ojos. Todo fue mi culpa. Ahora asumiré lo que hice mal. Le lancé el sable al oficial, pero fallé. Lo único que recuerdo es …Mi máscara.

Agustín Soto Venegas

6ºB

Tú, que vienes y te apareces de la nada,

Me asustas y haces que mi corazón se salga por la boca,

También de la nada

Haces algo solo para llamar mi atención

¿Por qué lo haces?

¿Acaso quieres hablarme?

Si eso quieres

Porque simplemente no lo haces

Si supieras que yo también quiero hablarte

Creo que te atreverías,

Pero si tú ni yo nos atrevemos,

Qué vamos a hacer con todo esto?

(Fabiola Pizarro)

Niños que contagian alegrías,

Sus sonrisas como sandías,

Melancolía a veces expresan

Tierna mirada, dulce carcajada.

Sus pompones aplauden

Cuando se sorprenden con simples cosas

Este mundo no viviría

Sin ustedes con su alegría.

Triste se pone uno

Triste nos ponemos todos

Los quiero como yo a la pera

Tanto y poco a la vez.

No quisiera terminar jamas

Este dulce poema

Sin imaginar tu rostro

Al son de esta canción.

(Constanza Pezzola)

Está tan lleno pero la soledad

No me deja tranquilo

Te  necesito como el cielo a las estrellas

Nunca será lo mismo

Ya se fue todo, lo perdí

Ya no hay vuelta atrás.

Era todo para mí 

Pero ya nada será como antes

Eras mi vida ya no existo sin ti.

Solo  te quiero volver a ver

Quiero mi vida de antes

Era tan hermosa como ver el atardecer

Solo quiero volver al pasado.

Dónde estabas tú

Era tan feliz como una lombriz

Pero ya no puedo

Estar en un solo lugar debo salir a delante

Siempre te  tendré en mí.

 Natalia Cerda