sábado, 6 de noviembre de 2010

La tristeza

Érase una vez en una casa bien lejana de la cuidad vivía una melancólica muchacha de unos 18 años, con su amorosa abuela llamada Carmen, las cuales tenían una gran convivencia en este hogar tan aislado.
Laura era una niña bastante triste por su historia pasada y ahora por la fuerte historia que había mantenido con su novio Javier el cual la dejó embarazada y luego se marchó al saber la noticia.
Roció ortega

1 comentario:

  1. La primera vez que leí esta publicación, mi corazón atrajo un sentimiento de impotencia, pensar que en estas breves lineas, se narra algo que cada día de hace mas común en nuestra sociedad y en muchas vidas adolescentes, que por dejarse llevar, en la gran mayoría de las veces, por un impulso carnal ligado a un gran amor hacia el otro, obtienen como resultado un embarazo temprano y no planifica, el cual truncan sus vidas, pero que con el tiempo, esa vida que llevan dentro, llega a cambiar sus vidas por completo, pero de una manera maravillosa... Muchos son los hombres, que en la mayoría de las veces, producto de la cobardía, abandonan a una mujer cuando esta le comunica de su embarazo... Una gran pena que muchos de ellos sean incapaces de hacerse responsables y dejar sin padre a un ser tan indefenso, que ni siquiera pidió que lo ser consevido... Aquellos hombres cobardes, no saben el gran valor y la gran bendición que es ser padre, es mas alla de una simple palabra formada por cinco letras, es una experiencia impagable e irreversible, se pierden de ver crecer a un ser que es parte de ellos mismos, estar cuando da sus primeros pasos, cuando dice sus primeras palabras y llevarlos a su primer día en la escuela. Son tantas las oportunidades que tienen de ser verdaderos padres y no simples progenitores, pero que solo se dejan llevar por dos simples palabras, tales como la COBARDÍA y el INDIVIDUALISMO.


    María José Muñoz
    Educación Básica
    Universidad Santo Tomas

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