martes, 3 de mayo de 2011

A propósito de la lectura del evangelio...

Reflexión: Evangelio de San Marcos
Hoy en día la biblia es un símbolo sagrado para los cristianos en todo el mundo, en ella se encuentra el antiguo testamento, que relata desde el génesis hasta la anunciación de la virgen, y el nuevo testamento que relata la vida y obra de Jesús.
En el nuevo testamento encontramos 4 evangelios: San Juan, San Mateo, San Lucas y San Marcos, este último evangelista no fue uno de los 12 apóstoles de Jesús.
El evangelio de San Marcos llama la atención debido a que Marcos, que también se le conoce como Juan en algunos versículos de la Biblia, no fue un apóstol de Jesús, escribe todo en base a lo que le contaba el apóstol Pedro con quien era muy cercano incluso este nombra a Marcos como su hijo en algunas ocasiones.
Se cree que el evangelio de San Marcos fue escrito por el mismo, pero nada confirmado por completo. Este evangelio comienza hablando de Juan Bautista y de cómo Jesús escoge a sus 12 apóstoles.
A diferencia del evangelio de San Mateo, San Marcos se centra en los milagros que realiza Jesús y no nombra a la Virgen María, Marcos escribe sin dar su opinión personal, mostrando a Jesús en todas sus facetas, incluso en sus enojos, mientras que Mateo incluye su opinión personal ya que al ser uno de los 12 apóstoles escribe sobre lo que él vio a través de su vida con Jesús y sobre la resurrección y la venida del espíritu santo, a diferencia de Marcos que solo escribe hasta que se encuentra la tumba vacía.
San Marcos escribe de una forma desorganizada sin seguir ningún orden cronológico en sus escrituras, Marcos muestra a Jesús como humano y su evangelio fue escrito para mostrar a Jesús como humano, con todos los sentimientos que uno puede tener como el amor, el dolor e incluso el enojo.
Los investigadores siguen buscando rastros sobre las escrituras del tiempo de Jesús y formas de entender lo que ellas explican, al igual que se investigan las vidas de los evangelistas, en especial la de San Marcos, que al no ser un apóstol, las razones que lo llevaron a escribir el evangelio aun son un misterio.
Constanza Acevedo, Tercer año A. Abril, 2011.

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