domingo, 15 de abril de 2012

La pobreza.

Si hay algo que es difícil de responder o de saber es porque existe la pobreza.
Es difícil debido a que cada experto en economía, en religión, en historia, y en otras ramas, nos puede dar una respuesta distinta o similares pero no tendrán una respuesta tajante que nos dé la razón de porqué existe ésta y si es posible terminar con ella. Esto se debe a que cada uno de ellos tiene visiones diferentes.
Ahora para definir la pobreza podemos decir que es un problema social que incluye la privación de acceso a servicios como educación, mercados, sanidad o posibilidad de tomar decisiones, y también la falta de prestaciones comunitarias como agua, alcantarillado, carreteras, transporte y comunicaciones.
La pobreza siempre ha existido, lleva miles de años en algunos lugares y cientos de años en nuestro país, donde actualmente en Chile existe gente pobre, pero también personas que tienen muchas riquezas, lo que hace que existan dos extremos.
El problema de la pobreza tiene factores y tiene causas, las causas son las razones de porque existe la pobreza, como por ejemplo deudas externas, en cambio los factores son los que ayudan a que ésta se mantenga en el tiempo.
Una simple transferencia de fondos para las víctimas de la pobreza, ni la erradicará ni la reducirá. Solamente aliviará los síntomas de pobreza a corto plazo. No es una solución duradera. Por lo tanto, si se quiere acabar con la pobreza, se tiene que acabar con estos factores y no a las causas.
Existen varios factores entre los que están: la falta de conocimiento o información de parte de los afectados, una falta de empatía por el resto, corrupción por parte de privados, una mala distribución de los recursos, falta de mercados, infraestructura pobre, carencia de liderazgo, mal gobierno, desempleo, escasez de conocimientos y falta de capital.
Primero que nada es necesario cambiar la forma de pensamiento de las personas, como ejemplo de ésto tenemos al Padre Hurtado quien puso en el centro de la mirada del país a los más necesitados. Descubrió en ellos el rostro de Jesucristo. Nos decía que quien es católico tiene la obligación de comprometerse por la causa de ellos. Exigió, interpeló, cuestionó a una sociedad autocomplaciente que se creía muy observante en los ritos, pero tremendamente irresponsable respecto de su prójimo. Cristo está en la eucaristía, pero también en el rostro del pobre. Luchó por la organización de los trabajadores, llamó al compromiso a los más jóvenes, se distanció de los partidos que miraban sólo los intereses de la élite. Alberto Hurtado quiso a su Iglesia a pesar de la incomprensión. Fue un jesuita que se apropió de la experiencia de San Ignacio, en buscar siempre lo que “haría Cristo si estuviera en mi lugar”.
“…Los políticos ¿Se preocupan con sinceridad del bienestar del país? ¿Juzgan con sinceridad y benevolencia al adversario, le tienden una mano, dan el primer paso, aún a riesgo de un desaire, para hacer patria? … Los profesionales y la juventud estudiosa ¿Se inclinan al pueblo, se acercan para conocer sus problemas? ¿Organizan una cruzada de educación y de cultura? ¿Estudian cómo abaratar la vida, cómo crear nuevas riquezas, cómo servir con más eficiencia y a menos costo, pensando que una profesión más que un medio de lucro es un servicio? … La juventud en general ¿Se da al estudio, a su formación honda, seria, alegre o está minada por una vida social hueca, prematura, exagerada? Al hacernos estas preguntas constatamos con evidencia que falta sentido social, la condición primera de toda reforma…”
PALABRAS DEL PADRE HURTADO
(El “Humanismo Social”; Extracto del Capítulo 7)
En conclusión el primer paso necesario para acabar con la pobreza es un cambio de mentalidad en las personas, una mayor sensibilidad por quien lo necesita y una entrega total hacia el prójimo. Javiera Cárdenas

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